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El chocolate que te comes aquí puede matar orangutanes en Indonesia


Son muchas las marcas que han eliminado el aceite de palma de sus productos para lavar su imagen, pues se trata del aceite vegetal con más mala prensa del mundo, ya que su producción está directamente relacionada con la deforestación y, por extensión, con la pérdida de hábitat, que es la principal causa del declive de biodiversidad del que estamos siendo tanto testigos como cómplices.

Los orangutanes de Borneo (Pongo pygmaeus) y de Sumatra (Pongo abelii), cuyas poblaciones han disminuido de forma dramática en las últimas décadas, situándolos esto al borde de la extinción, conocen bien esta realidad, pues Indonesia, el país al que pertenecen estas dos islas del Sudeste Asiático, es el mayor productor de aceite de palma del mundo.

En Indonesia se deforesta cada hora una superficie equivalente a 300 campos de fútbol. Todo para satisfacer la demanda de la industria local, que emplea este aceite como materia prima, y del resto del mundo, que se estima que consumirá en 2020 un total de 84 millones de toneladas de aceite de palma, lo que representa el 45% del consumo total de aceite en el mundo.

Raíz del problema

La parte más grave del problema es que una parte de la producción de aceite de palma sigue teniendo su origen en plantaciones ilegales

No obstante, lo más grave de todo esto es que parte de la producción, al menos en Indonesia, proviene de plantaciones ilegales ubicadas dentro de áreas protegidas, según revela un informe elaborado por la Rainforest Action Network (RAN), una organización que promueve el cuidado de los bosques, de sus habitantes y de los ecosistemas que sustentan.

El documento, publicado el pasado mes de setiembre, reporta que marcas como Nestlé, Kellogg’s o Hershey, algunas de las más importantes del sector de la alimentación, han estado obteniendo parte del aceite de palma que usan para la elaboración de sus galletas, bombones y cereales de la Reserva de Vida Silvestre Rawa Singkil.

Se trata de un área protegida ubicada en el noroeste Sumatra que fue declarada de especial protección en 1998 i que ha perdido desde entonces un 20% de su superficie protegida debido a la deforestación derivada del cultivo de aceite de palma y a la construcción de canales de drenaje de turba, un material orgánico muy rico en carbono con el que se elabora carbón y abonos orgánicos.

Tras la publicación del informe algunas de las marcas mencionadas en el mismo han asegurado que verificarán estos hallazgos hablando mientras mantienen su compromiso con las prácticas sostenibles en la producción de aceite de palma y en la gestión de la cadena de suministro.

La reserva de Rawa Singkil, además de albergar una población importante de orangutanes de Sumatra (Pongo abelii), es un área clave para la reproducción de los rinocerontes, elefantes y tigres de Sumatra que, como los orangutanes, se encuentran en peligro crítico de extinción.


Elena Martinez Batalla - La Vanguardia

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